Estadísticas de abuso sexual infantil y adolescente.
Gracias a mi trabajo de apoyo a otras personas en su proceso de sanación del ASI, he tenido la oportunidad de observar cómo ciertos patrones se repiten con frecuencia en los distintos casos. Esto ha llamado mi atención, ya que me he dado cuenta de que existen muchas verdades acerca del abuso que no se discuten abiertamente, ni se reflejan en las estadísticas de abuso sexual infantil y adolescente.
¿Con quién has hablado sobre los Abusos? ¿Cómo reaccionaron las personas cuando escucharon tu verdad? ¿Cuántas personas han abusado de ti? ¿Los abusos se prolongaron por el tiempo? ¿Por cuánto tiempo? ¿Qué tanto ha condicionado tu vida esta experiencia?
Mis ganas de seguir profundizando y conociendo todas las dinámicas y efectos de los ASI me motivaron a crear esta encuesta, para saber si los patrones que observo en las historias de mis clientes y la mía, son una realidad o solo una desafortunada coincidencia.
Antes de comenzar con el análisis de la encuesta quiero partir agradeciendo a las 216 personas que dedicaron parte su tiempo a contestarla. ¡Gracias! Sus respuestas y ayuda, significa mucho para mí y para la comunidad.
También quiero recordarte que en mi último blog te hable sobre la importancia de la sensibilidad y cuidados, que debes tener con tu herida en el caso de que seas una superviviente de ASI. Si no lo has leído te invito que lo hagas antes de continuar.
Abusos sexuales, trauma y sensibilidad.
Efectos: 1º parte del análisis de la encuesta del Método RESPEM

Quiero partir explicando que esta encuesta la contestaron 4 hombres, pero yo voy a referirme a todos como ellas. Utilizo el lenguaje femenino abarcando todos los géneros. Aunque no está de más, recordarnos que ellos también sufren abusos sexuales, pero lo tienen aún más complicado para romper con su silencio debido a la estigmatización adicional de una sociedad patriarcal que en este punto, les juega en contra.
He tendido la fortuna de acompañada dos hombres en su camino y tengo muy claro que las consecuencias del daño de los abusos no distingue de géneros.

Esta encuesta fue realizada entre diciembre de 2022 y junio de 2023. Respondida de manera voluntaria, totalmente anónima y con el fin de obtener datos reales, de personas que fueron víctimas de abusos sexuales infantil o adolescente, lo que nos brinda una visión más amplia y realista de las estadísticas de abuso sexual infantil y adolescente, de la comunidad del MétodoRESPEM.

El robo de la infancia plena condiciona irremediablemente el desarrollo humano.
De las 216 personas que contestaron la encuesta en diferentes países, 203 de ellas respondieron que SI habían sufrido abusos sexuales en la infancia o adolescencia.

Estadísticas de abuso sexual infantil y adolescente. Los datos son un reflejo de una mínima realidad.
Actualmente, los datos que se conocen sobre las estadísticas de abuso sexual infantil y adolescente, siguen la misma tendencia a nivel mundial. Hablamos que un 20% de la población ha sufrido abusos sexuales en la infancia o adolescencia y, que la edad promedio que comienzan los abusos, es a los 11 años.
Es importante recalcar que la mayoría de las estadísticas de abuso sexual infantil y adolescente que se conocen, son a partir de los casos que se denuncian y estos casos solo representan la punta del iceberg. Entre el 10 y 20% de los ASI son denunciados.
Al final de este blog encontrarás los datos de referencia que he utilizado de cada país.
Preguntamos a las personas encuestadas ¿cuándo habían comenzado los abusos?, el 77% dijeron que los ASI comenzaron antes de los 12 años, ósea en el periodo que se conoce como infancia.

Aunque los tiempos de referencia varían de manera individual y no existe una edad exacta para el comienzo de la pubertad, generalmente se considera que la infancia abarca un período de alrededor de 12 años. Durante esta etapa crucial de desarrollo mental y físico, incluso las alteraciones más pequeñas pueden conducir a problemas psicológicos y fisiológicos en la edad adulta.
Esta etapa de la vida se divide en varias fases:
- Infancia temprana: Desde el nacimiento hasta los 2 años.
- Infancia media: Desde los 3 hasta los 6 años.
- Infancia tardía: Desde los 6 o 7 hasta los 12 años.
Durante la infancia, las niñas experimentan un rápido crecimiento físico y cognitivo. A medida que desarrollan habilidades motoras, lingüísticas y sociales, también comienzan a explorar su autonomía, sexualidad e identidad. La infancia es una etapa importante para la formación de relaciones interpersonales y la adquisición de habilidades fundamentales para el futuro, como la autoestima, seguridad y confianza.
El abuso sexual infantil puede generar sentimientos de confusión, miedo y desconfianza hacia los demás, efectos que pueden perdurar hasta la edad adulta y afectar el bienestar emocional, social y sexual de la persona.

Otro dato relevante de las estadísticas de abuso sexual infantil y adolescente, nos dicen que más de 84% de los abusos se comenten dentro del entorno familiar o cercano de la víctima.
Cuando preguntamos en la encuesta ¿De qué entorno formaban parte el abusador o abusadores? 184 personas marcaron las dos primeras opciones, lo que representa que el 90.64% los abusos se cometieron dentro del entorno de confianza de la víctima y solo un 9,36%% indico que había sufrido ASI por parte de un desconocido o no lo sabía.

Es importante destacar que es este apartado no había una única respuesta, sino que la pregunta admitía varias. 38 de las personas encuestadas marcaron más de una opción. O sea que un 18,71% personas sufrieron abusos en 2 o más entornos diferentes y por supuesto por diferentes personas.

Este dato en particular captó mi atención mientras escuchaba las historias de las personas que he acompañado. Me di cuenta de que este factor incide enormemente en la carga emocional que llevan las supervivientes.
Aquellas a las que he brindado apoyo y que han vivido esta desgarradora realidad, se sienten aún más culpables, avergonzadas y llenas de rabia hacia ellas mismas, por no haber podido evitar que el abuso se repitiera con otra persona o en otro entorno.
“Siento mucha rabia conmigo misma, yo ya sabia lo que pasaba, fue lo que siempre hizo mi papá conmigo y no entiendo como puede permitir que también pasara en el colegio. No hice nada sabiendo lo que iba a ocurrir en ese salón”.
Superviviente, 36 años.
Es fundamental comprender que el conocimiento que tenemos sobre el abuso sexual, ya sea por experiencia previa o por saber de qué se trata, no nos brinda la capacidad de prevenir o evitar futuros abusos. De hecho, ocurre todo lo contrario. Cuando hemos sufrido abuso anteriormente, somos más susceptibles a vivir experiencias similares, pues nuestras respuestas pueden estar condicionadas por esas vivencias pasadas. Aquí te explico más sobre estas respuestas.
Es fundamental tener en cuenta que los abusos sexuales NUNCA, son responsabilidad de la víctima, en ningún caso y bajo ninguna circunstancia.
Tampoco quiero dejar de mencionar el terrible daño que hace el abuso cuando ocurre en la etapa de la pre adolescencia y adolescencia.
Un 11.82% de las personas encuestas que dijeron haber sufrido ASI indicaron que estos se produjeron en esta etapa, tan importante, de la vida. Personalmente, creo que este número es mayor, ya que existe la posibilidad de que muchas de las personas que dijeron haber sufrido los ASI en la infancia durante años, abarcaran estas dos etapas.
No nos olvidemos que la adolescencia es una época crítica de cambios y crecimiento en la vida de las personas. Desafortunadamente, cuando ocurren abusos sexuales durante esta etapa, las consecuencias pueden ser devastadoras. Durante este período, las jóvenes están explorando su identidad, sexualidad y relaciones. El abuso sexual puede perturbar este proceso de desarrollo, generando sentimientos de culpa, vergüenza y confusión. También puede ocasionar trastornos de ansiedad, depresión, trastornos de estrés postraumático, comportamientos autodestructivos y afectar la capacidad de establecer relaciones saludables.

El flagelo de los abusos: más que un hecho aislado, una dolorosa realidad prolongada en el tiempo
El último dato que quiero compartir en este post (recuerda que esta encuesta será analizada en dos publicaciones), es uno de los que agrava nuestra herida y agudiza la culpa de manera significativa. Personalmente, esta cruda realidad fue la razón por la cual callé y llevé la falsa responsabilidad a mis espaldas durante tantos años.
Esa maldita creencia de sentirme culpable por haber callado y permitido que los abusos duraran más 12 años envenenó mi alma y me obligó a despreciarme, a maltratarme y a convencerme de que no merecía nada bueno en la vida, pues me veía como una persona intrínsecamente mala y por consecuencia, muchas veces lo fui.
Los abusos no son un hecho que pasa solo una vez, lamentablemente, pueden producir más de una vez y peor aún, alargarse en el tiempo.
Cuando preguntamos ¿cuántas veces ocurrieron los abusos? 146 personas dijeron que más de 1 vez. Luego les preguntamos a estas mismas personas ¿por cuánto tiempo se prolongaron los ASI? 92 personas respondieron que los abusos se alargaron durante años.
Al analizar esta última respuesta, descubrí que un significativo 61,9% (57 personas) indicaron que los abusos fueron cometidos por un miembro de la familia inmediata: padres, hermanos o abuelos. Esto demuestra que cuanto más cercano es el abusador/a, a la víctima, más complicado se vuelve para ella pedir ayuda, explicarlo o denunciarlo. Un estado que el abusador/a suele aprovechar para mantener el ciclo de abuso sexual.

Y si a esto le sumamos la carga de confusión y vergüenza que se produce dentro de las complejas dinámicas de secretos y traición que se produce dentro de las familias incestuosas, podemos comprender que la vergüenza sea algo tan inherente en estas situaciones.
La vergüenza, acompañada de la culpa, genera una profunda sensación de maldad que impacta todos los aspectos de la vida de una persona y ancla la creencia de sentirse mala o sucia.
Si te sientes identificada con estas estadísticas y te has sentido culpable por los abusos que has sufrido o te juzgas por no haber hecho las cosas diferentes mientras estos ocurrían, quiero recordarte que no eres culpable de nada de lo que te ha sucedido. Fuiste víctima del abuso de poder de otra persona que se aprovechó de tu vulnerabilidad y te manipulo para hacerte sentir a ti, responsable de lo que solo él/ella o ellos/as te hicieron.
También quiero que sepas que es normal seguir sintiendo culpa, vergüenza o rabia hacia ti misma después de conocer esta información. Debido a que estas secuelas se arraigan profundamente en nuestra psique, ejerciendo un gran poder sobre nosotras. Sin embargo, quiero animarte a creer en la posibilidad de un cambio profundo y sanador a través del trabajo terapéutico.
En ese proceso, puedes aprender a desarraigar estas emociones tóxicas, liberándote de su poder restrictivo. Abrazando tu propia valía y amor propio, puedes cultivar una nueva narrativa de empoderamiento y trascender las etiquetas dolorosas que has cargado contigo hasta ahora.
La sanación no significa borrar todas las heridas, sino encontrar la fuerza y la valentía para reconstruirte a ti misma a pesar de ellas. Cada paso hacia tu sanación es un acto de amor propio y un recordatorio de tu poder interior. Confía en el proceso y sigue adelante.
Vannia Condeza
El próximo lunes te compartiré SECUELAS, la segunda parte del análisis de la encuesta. Me centraré en examinar cómo la herida de ASI condiciona la vida adulta y cuáles son las respuestas del entorno cuando una superviviente decide valientemente romper su silencio.
Te dejo aquí algunos enlaces donde puedes ver las estadísticas según los diferentes países que aparecieron en la encuesta.
Como siempre deseando que todo lo que te comparto te ayude a entender y transformar tu historia.
Nos abrazo
Vannia.
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