Abusos sexuales, trauma y sensibilidad.
La sensibilidad puede ser un factor crucial cuando se trata de abordar la herida de los abusos.
Cuando la tendencia ha sido minimizar, ocultar, o no pensar en los abusos, puede resultar difícil abrirse y permitirse sentir la profundidad del dolor que causaron. Sin embargo, enfrentar los sentimientos y permitirnos sentir el dolor es fundamental para poder sanar. Y a su vez, es esencial hacerlo con mucha sensibilidad y en un entorno en el que te sientas segura (sola o en compañía).
Recordemos que esta experiencia representa un evento traumático en nuestra vida. No fue algo que solo paso en la infancia o adolescencia, este hecho dejó una serie de consecuencias fisiológicas y psicológicas que afectan en nuestra vida adulta.
Me gusta mucho esta definición de trauma:
El trauma no reside en los hechos que nos pasaron, sino en habernos quedado atrapados en nuestras respuestas primitivas ante acontecimientos dolorosos. El trauma se origina cuando no somos capaces de liberar energías bloqueadas, cuando no podemos acabar las experiencias físicas y emocionales. Trauma es lo que retenemos internamente en ausencia de un testigo empático.
Peter A. Levine
Quiero contarte 3 puntos en los que siento que es superimportante que nosotras seamos sensibles con nuestras heridas, con tal de facilitar nuestro camino:
1.-No te compares
Ser sensible al abordar las heridas significa reconocer que tu camino es único, como también lo es el ritmo con el que procesas y superas el dolor. No existe una única forma de hacerlo, cada persona e historia son diferentes.
2.- Ser compasivo contigo misma.
Es importante entender que aunque hayan pasado años, el trauma sigue vivo en tu cuerpo físico, mental y emocional, condicionando todos los aspectos de tu vida, pero sobre todo la percepción que tienes de ti misma. Si tratas de ser consciente de esto podrás disminuir los pensamientos intrusivos que aparecen cuando te juzgas y que activa las memorias del trauma. No te juzgues cuando sientas que no eres capaz de avanzar o cambiar. Entiende que para ti no es fácil, pero que lo será cuando tus heridas comiencen a cicatrizar.
3.- Cuidar la forma en que te acercas a tus heridas
Por ejemplo, si mientras lees, escuchas, hablas o miras algo relacionado con los ASI, comienzas a sentirte incómoda, nerviosa, ansiosa o cualquier otra emoción que no te haga sentir bien, observa hasta que punto puedes sostenerla. Si te sientes abrumada deberías dejar la lectura, el video, Podcast o incluso una conversación. No forzarte a quedarte en esas situaciones es actuar con sensibilidad.
Cuando no estamos preparadas para sostener o conectar con nuestras heridas, pero nos forzamos a hacerlo (en un momento que no es adecuado, ni seguro) existe una gran posibilidad de que volvamos a experimentar las mismas sensaciones que sentimos cuando comenzó el trauma. Nos volveremos a sentir atrapadas en una situación de la que no podemos escapar y nuestro organismo responderá de la misma forma que lo hizo en el pasado (aquí te hablo sobre estas respuestas) y cuando esto ocurre es muy fácil vivir una revictimización.
Es importante destacar que la revictimización puede causar y/o exacerbar los síntomas del TEPT en las personas que padecen este trastorno.

Hablarte hoy de Abusos sexuales, trauma y sensibilidad, no es casualidad. Mi intención es prepararte para la próxima publicación en el blog donde voy a compartir la encuesta que llevo compartiendo un tiempo y que más de 200 personas contestaron.
Las respuestas tocarán directamente nuestra herida, pero nos ayudarán a entender mejor nuestra historia.

Estaré encantada de leer tus comentarios y saber que te parece esta visión.
Gracias por leerme, nos abrazo.
Vannia Condeza
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