2º análisis encuesta
El Tabú del Abuso Sexual Infantil y sus Secuelas.
¿Conoces ese sentimiento de llevar un peso enorme e invisible? Es una sensación familiar para nosotros, como sobrevivientes del ASI.
En este 2º análisis exploro el doble golpe que experimentan aquellas que han sobrevivido al abuso sexual infantil (ASI) cometido por mujeres: la agonía del abuso mismo y el estigma que enfrentan al revelar este tabú.
También describo cómo las reacciones del entorno frente a la revelación del abuso altera las vidas de las personas afectadas. Compartiré detalles sobre los tabúes dañinos que envuelven el abuso sexual y cómo estas barreras de silencio solo sirven para proteger a los/as abusadores.
Lo que busco con este análisis es ayudar a entender bien los obstáculos que enfrentamos como sobrevivientes, de forma que estemos mejor preparados para superarlos de manera activa y eficaz.
Y por último, quiero explicarte, nuevamente, que esta encuesta la contestaron 4 hombres, pero yo voy a referirme a todos como ellas.
Si no has leído el primer análisis te invito a que lo hagas aquí.

Un secreto dentro del secreto
Aunque generalmente se asocia el ASI con perpetradores masculinos, no podemos ignorar que también hay mujeres que cometen abusos sexuales contra niños y niñas. Se estima que entre un 10% y 20% de los casos de ASI son perpetrados por mujeres.
Al tratarse de un asunto del que indirectamente se evade la discusión, emergen desafíos adicionales al encarar y confrontar prejuicios cultural y socialmente arraigados. ¿No es acaso esta situación una clara señal de la urgente necesidad de iniciar diálogos, desmantelar estigmas y modificar nuestra visión colectiva sobre el abuso?
16 de las 203 personas que respondieron a la pregunta, revelaron que mujeres las abusaron. Lo más impactante es que las abusadoras explotaron las relaciones de confianza y cercanía para cometer cada uno de estos abusos (100%) en el entorno más íntimo de la víctima, reforzando la triste realidad.
En mi labor como terapeuta especializada en ASI, esta situación se me ha presentado y entiendo las complejidades que enfrenta una superviviente al explicar que mujeres cometieron los abusos.
Creo que lo que más vergüenza me ha dado de toda mi historia es el hecho de que mi propia hermana ha sido quien abusaba de mí, sabía que lo que pasaba en mi habitación eran abusos, pero siempre escuché o entendía que eso era algo que hacían los hombres. Entonces me sentía como un bicho raro, nunca pensé que esto le pasara a alguien más.
Superviviente 25 años
Es crucial tener en cuenta que el abuso es una cuestión de poder y control, y no está limitado a un género en particular.
Un aspecto directamente relacionado con esta realidad, y que quizás sea incluso más ignorado, es el proceso a través del que las supervivientes llegan a hablar de estos abusos.
Rompiendo el silencio: Revelaciones del ASI.
Con frecuencia la revelación de abusos nos conecta con el trauma, desencadenando emociones desbordantes y también nos exponemos a recibir juicios e incredulidad por parte de la sociedad y la familia. Según nuestra encuesta, el 87.6% de los 203 participantes confirmó haber compartido su experiencia, mientras que un significativo 12.4% aún guarda silencio.

Revelar y resistir: Reacciones ante la ruptura del silencio.
De las 178 personas que dijeron haber hablado sobre los ASI lo hicieron en diferentes entornos (cabe destacar que esta pregunta permitía más de una respuesta).

Resulta fascinante y alentador que un 55.6% de estas personas recibieran validación y apoyo cuando compartieron sus historias en diversos espacios. Este debería ser el escenario idóneo al que todas las supervivientes de ASI aspiraríamos: un entorno amable, empático y comprensivo acogiendo nuestra confesión. Sin embargo, para muchas, el destapar nuestra verdad nos enfrenta a una realidad severamente distinta.

El 32% de las participantes que rompieron con su silencio se enfrentaron a diferentes situaciones. Por una parte, encontraron respaldo, pero también rechazo, culpa o no les hicieron caso.
22 de las 178 respuestas que recibimos, es decir, un 12,4%, corresponden a personas que compartieron sus experiencias de abuso y desafortunadamente, las respuestas que obtuvieron fueron de rechazo, incredulidad, indiferencia e incluso culpa.
Basándome en mi propia experiencia, cuando desvelé los abusos que padecí durante más de 12 años, las respuestas que obtuve de mi entorno fueron diversas.
Aunque mi círculo más próximo me respaldó y se abstuvo de hacer preguntas incómodas, mi familia directa (madre y otros familiares) reaccionó de otra manera. Me sentí bajo juicio y, más aún, me atribuyeron parte de la culpa. Este trato representó sin duda una nueva herida que intensificó el dolor que arrastraba desde hacía tanto tiempo.
Un golpe adicional.
Se constató un dato alarmante durante la encuesta. Trece personas indicaron haber compartido su caso de abuso con profesionales. Desafortunadamente, estos profesionales no les creyeron. Incluso peor, algunos llegaron a culparlas a ellas. Dado que un profesional posee una posición de autoridad y confianza, tal descreimiento y culpabilización pueden infligir un daño profundo y duradero a las víctimas. Esto subraya un aspecto clave. No todos los profesionales pueden manejar casos de abuso sexual infantil. También revela una evidente falta de conocimiento sobre los ASI en entornos profesionales.
He sido testigo directo de cómo esta situación puede mermar la voluntad de las supervivientes para expresarse y buscar ayuda. Actualmente, apoyo a una mujer que ha vivido esta dura experiencia. Me compartió la crudeza y dificultad de esta circunstancia. Y también explicó cómo la situación profundizó su sentimiento de culpa por los abusos que padeció y la alejó del proceso que hoy hacemos juntas.

El impacto del juicio y la incredulidad
El abuso trae consigo un daño psicológico profundo. Pero, cuando la familia o amigos reaccionan con incredulidad, el dolor se amplifica. La culpa que esto puede causar agravan aún más esta secuela existente. Este rechazo de parte de las personas importantes que deberían proveer seguridad agudiza las emociones negativas como la vergüenza, la culpa y el miedo. Adicionalmente, puede reforzar la idea en la víctima de que no vale la pena hablar, alimentando discursos internos de desesperanza y aislamiento.
¿Hemos considerado cuán profundo puede ser el daño emocional y psicológico cuando una superviviente de ASI no recibe el apoyo y la comprensión de su entorno al revelar su dolorosa realidad?
La incredulidad puede afectar profundamente a las supervivientes, y esta falta de confianza puede tomar diversas formas en la vida adulta de las mismas:
- Trauma secundario o revictimización: El dolor de no ser creído puede sentirse como una nueva forma de abuso, lo que puede exacerbar el trauma original y propiciar una revictimización.
- Perdida de la autoestima: Cuando no se le cree a una superviviente, puede empezar a dudar de ella misma y de su realidad, provocando una pérdida severa de su autovalor y autoestima.
- Aislamiento social: Al ser juzgadas o no validadas, las supervivientes pueden terminar aislándose del mundo por miedo a ser malinterpretadas o menospreciadas.
- Dificultades en las relaciones: Esta situación puede causar dificultades para confiar en los demás, lo que puede afectar su habilidad para forjar relaciones sanas en el futuro.
- Trastornos de Salud Mental: Cuando a las supervivientes no se les cree, están en un riesgo mayor de padecer trastornos de estrés postraumático, depresión, ansiedad, abuso de sustancias, autolesiones y suicidio.
- Obstáculos en la recuperación y el crecimiento personal: Sin el reconocimiento y apoyo adecuado, una víctima puede encontrarse con grandes dificultades para recuperarse del impacto del abuso y crecer como persona, afectando su bienestar y felicidad a largo plazo.
Justificando lo injustificable: El Tabú del Abuso Sexual Infantil
Si esto resuena con tu realidad, ten en cuenta que no estás luchando sola y debes sentirte orgullosa del valeroso acto de romper con tu silencio.
Muchas supervivientes se ven obligadas a luchar injustamente contra los obstáculos que representa la falta de información y los mitos sobre el ASI. Aunque actualmente hablamos más que nunca sobre ello. Estos prejuicios y el tabú del abuso sexual infantil aún mantienen en silencio las historias de muchas personas.
A menudo, la falta de educación y los estereotipos culturales sobre el abuso sexual infantil llevan a las personas a responder de forma ignorante o permisiva protegiendo, de manera intencionada o no, al abusador/a por encima de la superviviente.
¿Por qué consideramos un tema tabú al ASI si es una realidad que afecta a tanta gente?
Se sigue considerando un tabú debido a diferentes razones que a su vez continúan perpetuando el ciclo de silencio y negación.
Lo que sostiene el tabú del abuso sexual infantil.

Como parte de este análisis el tabú del abuso sexual infantil queda en evidencia que el veto intensifica el daño. Silenciando a las víctimas y obstaculizando la recuperación.
Como supervivientes de ASI, sé que los tabúes culturales profundizan nuestras experiencias traumáticas, complican nuestra recuperación y contribuyen a aumentar sentimientos de vergüenza y autoculpabilización. Nuestro silencio nos hunde en aislamiento y soledad. Minimiza e invalida nuestras experiencias, y alienta una falsa sensación de responsabilidad. Con este escenario, afrontamos las complicaciones al buscar ayuda. Esto nos limita a acceder a información vital, obligándonos a sufrir en solitario los efectos y secuelas del abuso durante años.

En resumen, como supervivientes de abuso sexual infantil, hemos sobrellevado la desgarradora carga de nuestros traumas solas por el silencio que envuelve al ASI. Es por esto que decido alzar mi voz, para enfrentarme a estos tabúes y romper el ciclo dañino de silencio y negación. Este paso lo doy no solo por mí, sino por ti, y por cada persona que injustamente ha sido silenciada por estos tabúes.
Rompiendo Cadenas: La Fuerza del Relato y el Poder de las Supervivientes.
Ahora más que nunca, es momento de recordar que nuestra voz tiene poder y merece ser escuchada. A pesar del dolor, nuestra fuerza y resiliencia brilla cuando compartimos nuestras historias. Juntas, con cada historia que compartimos, enfrentamos los estigmas, exponemos las verdades ocultas y desempolvamos las voces que se esforzaron por silenciar. Las vibraciones de nuestra valentía aumentarán hasta convertirse en un rugido ensordecedor, que por fin despertará a la sociedad y quebrará la barrera existente en el tabú del abuso sexual infantil que ha mantenido nuestros sufrimientos en las sombras y evitará que las infancias que hoy son abusadas tengan que callar tantos años como lo hemos tenido que hacer nosotras.
Hoy eres una superviviente, una guerrera, y tu voz es un rugido que resuena en los oídos del mundo. Sigue rugiendo, sigue luchando, pues no estás sola. Nuestra fuerza no solo radica en cuantas somos, sino también en la unión de nuestra voz y el esfuerzo por superarnos Juntas. Estamos construyendo un mundo donde ninguna experiencia de abuso sexual en la infancia quedará en silencio, será ignorada o considerada una mentira. Tu voz importa, tu historia importa, tú importas.

Así que a ti, superviviente, te digo: Has sobrevivido a una de las pruebas más difíciles que una persona puede enfrentar y continúas aquí, de pie, lista para seguir adelante. Ese coraje habla tantas cosas sobre ti. Nunca subestimes la fortaleza que reside en cada palabra que tú elijas utilizar para expresar tu lucha. Tu voz vale la pena y merece ser escuchada, ahora y siempre.
Te insto a buscar apoyo si te sientes lista para hablar, si deseas sanar. No sientas temor de hacerlo realidad; como terapeuta especializada en ASI, estoy aquí para brindarte soporte y guía en este camino hacia la sanación. Del mismo modo, si conoces a alguna mujer que ha experimentado esta vivencia, o si decides involucrarte más y ayudar, no dudes en ponerlas en contacto conmigo. Recuerda, no están solas, y juntas podemos romper la barrera del silencio y la negación que envuelve al abuso sexual infantil.
Durante nuestro análisis final de la encuesta realizada mediante el Método RESPEM, nos adentraremos en profundidad sobre cómo el abuso en la infancia puede impactar y dañar nuestra existencia en la adultez y cómo afrontamos las secuelas del abuso en nuestra cotidianidad. Analizaremos cómo nuestras heridas pueden afectar nuestras relaciones, nuestra salud física y mental, y nuestro bienestar en general. Y mostrará como terapias, soporte de seres amados, y estrategias de afrontamiento pueden jugar un papel crucial en la sanación.
Gracias por leerme
Y si tú eres una de las 216 personas que participaron en esta encuesta te vuelvo a dar las gracias.
Con amor
Vannia.
0 comentarios